¿Qué es la etiqueta energética?

La etiqueta energética te indica la calificación energética de un electrodoméstico según una escala que evalúa su consumo.

Por si no lo sabías, cada etiqueta energética se valora en una escala de calificación energética compuesta de siete letras correlativas; de la A a la G, siendo A la mejor calificación y G la peor. Existen 7 clases de eficiencia, identificadas por un código de colores y letras que van desde el color verde y la letra A para los más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para los menos eficientes.

Pero ¿qué significan todos los elementos que aparecen en la etiqueta energética?

Te ayudamos Vamos a empezar por explicarte que la etiqueta energética se ordena según el Índice de Eficiencia Energética. Este índice se obtiene después de dividir la capacidad en términos de watts que tiene un aparato entre la cantidad de watts que en una hora consume el mismo. Es decir, la relación que se establece entre la potencia eléctrica del dispositivo y el consumo real del mismo en un periodo de 60 minutos. El resultado de esta operación es el coeficiente energético. Una vez obtenido este índice los fabricantes de electrodomésticos ya pueden clasificar cada aparato con su etiqueta correspondiente: A+++, A++, A+, A, B, C, D, E, F y G.

Por ejemplo, partiendo del consumo de un electrodoméstico medio del mismo tipo, un electrodoméstico de clase A consume un 55% menos de energía, mientras que un electrodoméstico de clase G consume un 25% más. A la hora de comprar, deberías tener en cuenta esta información y optar por un electrodoméstico de clase A en vez de por uno de Clase G. Para poder ahorrar hasta un 45% en la factura de la luz, aunque sea más caro el aparato. Es una apuesta de futuro, no te lo pienses. ¿Cómo interpretar la etiqueta energética? Además, la etiqueta energética dentro de cada clase tiene tres niveles (A+, A++ y A+++), y esta información debe estar presente tanto en la información técnica del producto como en el material promocional del mismo. Actualmente, los fabricantes están obligados a indicar el consumo energético anual en una escala de colores y letras de la A (verde oscuro) a la G (rojo). En el caso de algunos productos, la etiqueta también debe indicar el consumo de agua y el nivel de ruido y de calor. Te recordamos que el número máximo de clases será siempre de siete, de tal manera que si un nuevo producto que utiliza menos energía se clasifica como A+, la clase menos eficiente será la F (y no la G), y así sucesivamente (a un nuevo producto de clase A++ le corresponderá la clase E como la menos eficiente y a uno A+++ le corresponderá la clase D). Alta eficiencia de consumo: A+++.

  • Verde oscuro, presenta un consumo inferior al 25%. A++. Con un verde intermedio, un consumo menor al 30% A+.
  • Verde pálido muestra un consumo estimado de entre el 30% y el 42% Eficiencia moderada de consumo:
  • Amarillo, un consumo medio de entre el 42% y el 55% Señalado con un color anaranjado, consumo de entre el 55% y el 75%
  • Naranja intenso, un consumo de entre el 75% y el 90%
  • Color rojo indica que cuenta con un consumo de entre el 90% y el 100%

Etiqueta energética

El significado de cada etiqueta energética Nos encontramos con 3 bloques diferenciados que son:

  • Etiquetas D, E, F y G: estas identificaciones son para los electrodomésticos que tienen poca eficiencia energética. En el caso de los frigoríficos tienen un índice de eficiencia energética superior a 100, una cifra muy superior al índice de los refrigerados A+++.
  • Etiquetas A B y C: significa que los electrodomésticos tienen un consumo energético medio. Tienen un índice de eficiencia energética inferior a 100 y superior a 50 en el caso de los frigoríficos.
  • Etiquetas A+, A++ y A+++: identifican a los electrodomésticos con la máxima eficiencia energética. En el caso de las neveras o congeladores, tienen un índice de eficiencia energética menor que 22 en el caso de los A+++, menor que 33 en el de los A++ y menor que 42 en el de los A+.

Eficiencia energética y ahorro

Un electrodoméstico muy eficiente normalmente será más caro que uno con un consumo energético más elevado. Sin embargo, un electrodoméstico menos eficiente consumirá más y, por tanto, supondrá un mayor gasto en tu factura de la luz. Es decir, aunque en apariencia gastes más adquiriendo un aparato eficiente, en realidad estás contribuyendo a tu ahorro. Igual que ocurre con las luces LED, un electrodoméstico eficiente se amortiza siempre.

Último consejo para ahorrar en los electrodomésticos:

La importancia de acabar con el sistema standby. Si supieras realmente lo que supone en tu factura de la luz tener los aparatos eléctricos de tu casa en modo standby lo tomarías mucho más en serio o le darías la importancia que se merece. ¿Pero cómo luchar contra el standby?

  • Usa temporizadores. Puedes conectarlos a electrodomésticos en concreto para que se apaguen o se enciendan a determinada hora. Por ejemplo, para que se encienda cuando te levantes o se apaguen por la noche.
  • Usa regletas con interruptor. Los súper conocidos ladrones que puedes conectar todos los aparatos que quieras desenchufar en un determinado momento, y de este modo solo deberás apagar el interruptor para apagarlos a todos
  • Regletas con eliminador de standby. Existen estas regletas de nivel experto. Las hay que se apagan con un mando o botón, y las hay que lo hacen solas al detectar una bajada de consumo